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El pavo real encantado


 Cuentos de la India: El pavo real encantado.
Cancion Pavo real encantado



Erase una vez hace mucho, mucho tiempo, vivía una familia real muy conocidos por todos por su gran altruismo y su buen reinar.
La familia esperaba su primer hijo y todos estaban muy nerviosos esperando el gran acontecimiento. La reina Elisabeth era admirada por todos sus súbditos por su gran belleza y su maravillosa dulzura.  Siempre colaboraba en todo lo que podía realizando labores sociales y ofreciendo ayudas a las familias más necesitadas.


Su marido el rey Bartolomé le apoyaba en todas las decisiones ya que la que se encargaba de todas las labores políticas y financieras era ella.  Juntos formaban una pareja muy especial y eran admirados y queridos por todos los súbditos. Compartían las labores del reinado y sabían compaginar adecuadamente sus cualidades para reinar de manera justa para todos. 


Cuando Elisabeth dio a luz a su primogénito supuso una alegría para todos sus súbditos ya que no se trataba de un varón, sino que sería una princesa la que reinara tras la muerte de Elisabeth. Todos celebraron que fuera una mujer la nueva regenta, ya que Elisabeth le sabría transmitir todas las cualidades femeninas a su hija, cualidades  que hacían de su reino uno de los más justos y prósperos de todo el lugar.  A la pequeña la llamaron India.


India era una niña muy bella y creció muy rápidamente. Todos en el reino admiraban su elegancia y  belleza y pensaban que seguramente sería una reina justa y equilibrada al igual que lo era su madre.

En seguida la reina Elisabeth volvió a quedar embarazada, pero esta vez dio a luz a un precioso varón al que llamaron Patriarca.


Cuando Patriarca creció comenzó a desarrollar una cualidades muy diferentes a la del resto de su familia, lejos de ser un niño bueno y  altruista como lo era India, comenzó a verse en su interior maldad y resentimiento hacia su propia hermana. Patriarca no quería que su hermana India fuera la sucesora al trono del Reinado, ya que pensaba que él podía gobernar el pueblo mejor que ella. Hacia alardes de grandeza y esperaba que se le reconociera sus méritos a base de demostrar frialdad, arrogancia y orgullo.




Los padres de India siempre la protegían de los ataques de Petrarca y esto hacía crecer más en su interior los celos que él sentía hacia su hermana.

Cuando los padres de Petrarca e India murieron él vio la posibilidad de ocupar el puesto de Rey en vez de su hermana e intentó trazar un plan para deshacerse de ella y poder ser él el nuevo sucesor.


Fue en busca del hechicero más conocido del lugar y le propuso una gran suma de dinero si era capaz de eliminar a su hermana de su camino para poder ser él el nuevo rey.


El hechicero realizó un fuerte encantamiento sobre India, que hizo que su alma fuera a parar al cuerpo de un Pavo Real por siempre. Su cuerpo , desprovisto de alma , fue conducido a la gran sala secreta de Palacio donde se quedaría para siempre encerrado en un gran cofre de cristal. Para que nadie pudiera nunca abrirlo guardó celosamente la llave en el castillo encantado del monte de espinas. Allí permanecería oculta para siempre protegida con varios hechizos y encantamientos en  que hacía imposible el acceso a ella. Luego abandonó el Pavo Real en la ciudad vecina a merced de su suerte.
De esta manera Petrarca comenzó a reinar de manera tiránica e injusta, provocando que el pueblo dejara de tener derechos y se convirtiera en un pueblo sometido como el resto de los Países vecinos. El pueblo comenzó a sentir la pobreza y la desigualdad en manos de la prepotencia y orgullo de Petrarca. Todos echaron mucho de menos a la Reina Elisabeth y se preguntaban que habría sido de la Princesa India. Petrarca extendió el rumor de que había fallecido en un accidente con su carruaje pero todos creían que algo extraño pasaba cuando su cuerpo nunca fue hallado.

Mientras tanto, la pequeña India convertida en un Pavo real fue recogida por una familia pobre del pueblo vecino.

La familia tenía dos hijos, Abel y Serafín. Abel era el mayor de la familia y colaboraba en el negocio familiar vendiendo calzado por las calles del pueblo.


Su madre se encargaba de coser y de realizar los patrones de los calzados y Abel junto con su padre se encargaban de distribuirlos.


Abel  desde el principio sintió un gran afecto por el pavo real que habían encontrado días atrás en el campo cerca de su casa. Sentía que le transmitía una dulzura y un amor especial. Le puso de nombre “نرحب “ que significaba bienvenido. Muchas noches permanecía a su lado admirando la belleza del pavo real, la hermosura de su plumaje y los hermosos ojos que trasmitían una gran ternura. Cuando acababa de realizar sus labores distribuyendo el calzado estaba deseoso de llegar  a casa para poder estar al lado de su pavo real que se convirtió en su gran confidente.


-          Ojala pudieras hablarme- decía Abel a su bonito pavo real. A veces tengo la impresión de que me escuchas y de que me entiendes. Eres tan hermoso….


-          Nunca había visto una belleza semejante en ningún otro animal- decía Abel acariciando su lindo plumaje.


De repente una de las plumitas del pavo real se desprendió y muy lentamente Abel la recogió del suelo.


-          Vaya, mira Bienve, una de tus plumitas se te ha desprendido…¡ Has visto lo hermosa que es!!!- decía Abel mirando la pluma.


-          Se me ha ocurrido algo que hacer con ella- dijo Abel. La utilizaré para escribir mis cuentas en los papiros. Creo que debo tener tinta negra en la mesita…Voy a buscarla- dijo Abel.


Y dicho esto se dirigió a la salida de su habitación y volvió enseguida con un pequeño bote de tinta en la mano.


-          Mira ,ahora utilizaré tu bonita pluma para escribir mis cuentas así me acordaré siempre de ti mientras esté en el trabajo- dijo emocionado Abel.


Abel cogió la pluma y la introdujo en el bote de tinta negro. Muy delicadamente comenzó a escribir en el papiro. De repente la pluma comenzó a moverse de un  lado para otro sin control. Abel no sabía cómo reaccionar. La pluma comenzó por si sola a moverse y a dibujar garabatos en el papiro. Cuando Abel fijó más atentamente la mirada pudo darse cuenta que realmente no eran garabatos sino que la pluma comenzaba a escribir frases y  oraciones con sentido. Cuando miró hacia el lindo pavo real se dio cuenta de que era Bienvenido quien guiaba la pluma mediante su mirada.


-          No puede ser- exclamaba Abel. ¿ Eres tu Bienvenido el que guía la pluma?-. Sabía que eras un pavo real muy especial.


Y la pequeña India convertida en un pavo real comenzó a escribir pausadamente pero sin descanso la historia de su vida. Comentó con todo lujo de detalles que era la princesa del reino y que tras la muerte de sus padres, su hermano Petrarca había se había encargado de eliminarla del camino llevándola a un hechicero que le aplicó un malévolo encantamiento. Petrarca siempre la había envidiado por ser ella la sucesora al trono y a toda costa siempre había querido demostrar su poder a base de orgullo, prepotencia y maldad sobre ella.


-          ¿ Así que eres una princesa?. Pero madre de Dios sabía que eras muy especial pero no esperaba que tanto- dijo Abel sonriendo.


-          Pues , es cierto, ahora nuestro país está siendo gobernado por un gran tirano.¿ así que Petrarca es tu hermano?.Pues gracias a él el pueblo ha perdido todos sus derechos y vivimos sometidos bajo sus órdenes- explicaba detenidamente Abel a la princesa India.


-          Pues tenemos que encontrar la manera de deshacer el hechizo y de que vuelvas a tu palacio a continuar con el reinado justo que dejaron tus padres. ¿Sabes la manera de cómo poder deshacer el encantamiento?- preguntó esperanzado Abel.


India continuó explicándole a Abel que cuando fue a la casa del hechicero le oyó decir que únicamente se rompería el hechizo si el alma de la princesa  que se encontraba retenida en el pavo real volvía a estar en contacto con el cuerpo  de ella. Es por esto que cuando se produjo la transformación,  el cuerpo fue llevado muy secretamente al templo del palacio Real donde lo ocultaron para siempre en una de las salas secretas que se hallaban en su interior. Allí sería imposible que alguien pudiera acceder ya que lo sellarían con fuertes candados en un pequeño cofre de cristal donde nadie pudiera encontrarlo.


La llave que abre estos candados la escondieron en el castillo encantado del monte de las espinas, donde estaría protegida con varios encantamientos y hechizos que hacían imposible que alguien pudiera alcanzarla.


-          Pues iremos en su búsqueda y te liberaré del hechizo- dijo muy convencido Abel.


-          Estoy deseando que vuelvas a estar en el sitio que te mereces y que pueda volver el Reinado justo que todos deseamos- continuó exclamando Abel.


Primero deberían hallar la llave del cofre de cristal que se encontraba en el castillo encantado .Una vez que tuvieran la llave que abría el cofre deberían ir al Palacio y buscar la sala secreta donde se encontraba el cuerpo de India y abrir con la llave los diferentes candados.


Abel sabía que sería difícil adentrarse en el Castillo encantado de las espinas, ya que nadie nunca se había atrevido a introducirse en él. Se sabía que en varias ocasiones algún caballero osado había intentando atravesar sus muros pero el que había entrado nunca había regresado con vida.

Pero Abel estaba dispuesto a enfrentarse con quien hiciese falta con tal de devolverle a su querida princesa su cuerpo y con él su reinado.


Así que dispuso todo lo necesario para poder estar de viaje unos días en busca del castillo encantado. La princesa le acompañaría continuamente durante todo el trayecto ,la introdujo en un gran saco y juntos los dos partieron al día siguiente en busca del Castillo.

Caminaron durante varias horas y a medida que avanzaban el camino se hacía más abrupto y más difícil de atravesar. Por fin vieron a lo lejos el gran castillo que se alzaba lleno de penumbras y sombras que hacían muy complicado su acceso.

Con mucha valentía Abel comenzó a realizar sus primeros pasos por el interior del jardín de las plantas carnívoras. La misión consistía en intentar atravesarlo muy sigilosamente para no despertar a las plantas carnívoras, ya que si alguna de estas se despertaba y veían a Abel caminando por sus jardines, estarían dispuestas a devorarlos sin miramientos.


Así que Abel se descalzó y fue muy lentamente atravesando todo el jardín sin casi apenas respirar. Las plantas permanecían dormidas y no se oía prácticamente ningún ruido extraño, pero de repente, Abel sin darse cuenta , tropezó con unas rocas que se hallaban en el suelo provocando que una de las plantas se despertase. Abel corrió y corrió lo más rápidamente que pudo hasta alcanzar un gran bastón que se encontraba en el suelo. Con todas las fuerzas que pudo, comenzó a dar golpes a la planta carnívora que cada vez más se acercaba dispuesta a agarrarlo entre sus dientes. Con un gesto rápido, Abel aprovechó un momento en que la planta abría la boca para introducirle el bastón entre sus feas mandíbulas. La planta de repente se vio totalmente incapaz de seguir a Abel, que gracias a su gran agilidad, pudo saltar hacia el otro lado del jardín fuera del acceso de las plantas carnívoras.


-          Uff- dijo en tono de alivio Abel. De menuda nos hemos librado- dijo a la princesa India que se encontraba en el interior del saco.


-          Bueno, hemos de continuar el camino. Tenemos que ser capaces de atravesar todos los obstáculos que el malvado hechicero ha creado en el exterior del castillo para poder llegar a su interior y buscar la llave que abre tu querido cofre de cristal.


Y dicho esto Abel e India siguieron el camino. En seguida llegaron al segundo obstáculo creado por el hechicero. Una gran laguna de serpientes pitón rodeaba todo el castillo.


-          Tendremos que atravesar la laguna de alguna manera para que no nos puedan alcanzar las serpientes- dijo Abel a India.


En seguida se puso a buscar por los alrededores algún tipo de embarcación o instrumento que le permitiera llegar hasta la otra orilla sin tener que enfrentarse con las pitones.

A lo lejos descubrió un gran baúl que le podría servir para poder navegar sobre él. Buscó también algunas ramas de árboles con las que poder guiarse entre las serpientes y cuando hubo finalizado rezó para no tener que enfrentarse con ellas.
Muy lentamente introdujo la embarcación en la gran laguna y sigilosamente comenzó a navegar a través de ellas. La navegación cada vez se comenzaba a complicar, ya que las diferentes pitones comenzaban a ascender por el baúl en dirección a Abel. Una de ellas cada vez estaba más próxima a su pierna. Abel sin pender los nervios cogió del interior de su bolsillo una pequeña cerilla y de manera rápida encendió una pequeña ramita y la orientó hacia la serpiente, que deslumbrada por la luz, salió disparada hacia el interior de la laguna. Abel comenzó a encender más ramas y de esta manera pudo abrirse paso por el camino y llegar por fin a la entrada del castillo.


-          Bueno, ya hemos llegado princesa- dijo Abel ya más relajado.


Y dicho esto , partieron hacia el Interior del Castillo pensando que sería lo que les esperaría dentro de él.


En cuanto abrieron la puerta miles de murciélagos hicieron su aparición y comenzaron a hacer ruidos y a agarrar el cabello de Abel . Abel intentó salir airoso de la situación dando puntapiés y codazos a los murciélagos que salían disparados hacia el exterior del castillo.


De repente una tormenta de granizo hizo su aparición dentro del castillo  y se cerraron las puertas de acceso a la parte superior. El granizo hizo desbordarse la sala donde Abel se encontraba que gracias a su astucia pudo lograr aferrarse a la lámpara que se encontraba en el techo de la gran sala. Cuando pasó la tormenta las puertas se abrieron y Abel pudo colarse a través de una de ellas y comenzar su ascenso a la parte superior.


De repente se dio cuenta que para llegar a lo alto de la torre donde seguramente se encontraba la llave del cofre , tendría que subir los cien peldaños que se extendían a lo largo de la sala.

Cuando empezó a subir se dio cuenta que los peldaños se ocultaban de manera aleatoria y cuando desaparecían  se abría un enorme precipicio debajo de cada uno de ellos. Si tenía la mala suerte de situarse en uno de los peldaños que desaparecían, caería irremediablemente al vacio.


Aún así Abel muy decidido comenzó su ascenso por los escalones. Antes de seguir adelante intentó hacerse una idea de cómo se producía la alternancia de los escalones pero no halló ningún tipo de regla para saber qué peldaño sería el siguiente en desaparecer. Así que decidió sujetar su cuerpo a una cuerda y a cada paso que daba la fijaba con un gran tornillo a la pared para que en  caso de que el escalón desapareciese, quedase enganchado a ella con la cuerda y no cayese al vacio.


De esta manera Abel muy cuidadosamente fue recorriendo toda la escalera hasta llegar al último escalón donde respiró aliviado y contento por haber llegado.

Al fin pudo llegar hasta la última sala del castillo y por fin encontró la llave en una de las vitrinas que se encontraban en ella. Con un gesto rápido la cogió entre sus manos temiendo que se apareciese algún otro de los encantamientos del hechicero, pero afortunadamente nada ocurrió. Cuando fue bajando por las escaleras comenzó a sentir como la tierra vibraba bajo sus pies y el castillo comenzaba a derrumbarse.  Para evitar verse engullido por las piedras y rocas del castillo se le ocurrió utilizar el saco donde se encontraba la princesa India  como globo para poder salir a través de la ventana del castillo y juntos los dos salieron volando a través de la ventana hasta llegar al suelo sanos y salvos.


-          Por fin tenemos la llave- dijo Abel a India. Ha sido duro pero lo hemos conseguido. Ningún hechizo malévolo podrá conseguir que no te devuelvan lo que es tuyo- dijo muy convencido Abel. Ahora solo falta llegar a Palacio, encontrar el cofre y deshacer el hechizo.


El camino de vuelta fue muy rápido. Una vez que llegaron ,Abel junto con India, elaboraron un plano del Castillo . India le comentó que posiblemente la sala secreta se encontraba en la zona subterránea del castillo. India le confirmó que en aquella zona era muy difícil acceder y que su padre en más de una ocasión le había prohibido acercarse a ella.


Abel ideó una estrategia para introducirse en el Palacio sin levantar sospechas. India dijo que en palacio habitualmente se celebraban muchas fiestas y que era muy común disfrazarse o solicitar la presencia de bufones para hacer reír a todo el público que asistía a las fiestas. Pensó que Abel podría acudir disfrazado de bufón y en medio de todo el jaleo de la fiesta podría escaparse a la zona subterránea sin levantar sospechas. Ella podría esconderse dentro de un gran saco que llevaría encima Abel disfrazado de bufón de la corte. De esta manera  podrían entrar juntos sin que nadie se percatara de su presencia. Una vez dentro de palacio ya buscarían la manera de introducirse en la sala secreta.


Y así fue como lo realizaron. Abel apareció en Palacio vestido de bufón de la corte. Con sus gracias y ademanes fue muy fácil distraer a los asistentes a la fiesta sin levantar sospechas. Aprovechando una distracción Abel bajó por las escaleras en dirección a la zona subterránea y buscó el pasadizo secreto que daba a la sala donde se encontraba el cofre de cristal. En seguida hallaron la puerta de acceso pero era imposible poder abrirla. Abel se fijó que por la parte superior del pasadizo se extendían unos conductos por donde pasaba el agua de los desagües y muy ágilmente realizó un agujero para poder pasar a través de ellos. Una vez que se introdujo por ellos descubrió el canal que se abría paso hacia la sala secreta.


-          Menos mal. Este conducto da directamente a la sala secreta. Hemos tenido suerte querida Princesa- meditaba para sí mismo Abel.


Una vez que llegaron a la sala, vieron el gran cofre que escondía el cuerpo de la Princesa India. Abel muy lentamente sacó del bolsillo su llave y abrió muy ansioso el gran cofre.


Se quedó muy asombrado al ver que la princesa era verdaderamente hermosa.

-          Mira querida princesa- dijo Abel dirigiéndose al Pavo real. Por fin volverás al sitio que te corresponde.


La princesa India todavía en el cuerpo de Pavo real se acercó sigilosamente a su cuerpo y muy delicadamente acarició con sus bonitas plumas su rostro.


De repente miles de luces comenzaron a aparecer por toda la sala y del Pavo real comenzó a despedirse miles y miles de flores de colores que hicieron desaparecer de repente su cuerpo.


A continuación el alma de India se dirigió a su bonito cuerpo en el cofre de cristal y de repente con una gran sonrisa en su cara , India despertó del largo sueño.


Abel no cabía en si de gozo al ver a India en su cuerpo verdadero, pero más asombrado se quedó cuando de repente ella se acercó y dándole un beso en los labios le dijo:


-          Muchas gracias Abel. Me has salvado.


-          No hay de que princesa. ¿Sabes una cosa? Eres igual de bella que el Pavo real del que me enamoré- dijo en un susurro Abel.


Y los dos se fundieron en un largo abrazo deseosos de demostrar al pueblo que ella había regresado dispuesta a ocupar su trono y a obligar a que su hermano Petrarca abandonara su reinado.


En seguida se dirigieron a la Sala de Palacio donde Petrarca al verla llegar palideció de repente y lleno de ira exclamó:


-          ¿Pero se puede saber que haces tú aquí?. Creía que el encantamiento al que te sometí era eterno.

De repente en la sala todo el mundo se quedó boquiabierto al escuchar las palabras que Petrarca había pronunciado quedando al descubierto la maldad de sus actos.


Enseguida todos los asistentes fueron al encuentro de la Princesa y comenzaron a proclamar a voces:


-          Nuestra princesa ha vuelto. Su reinado tiene que ser devuelto- gritaban una y otra vez los asistentes.


Petrarca comenzó a ponerse nervioso y sin saber que hacer se dirigió rápidamente a la salida pero fue retenido por los guardas de seguridad de Palacio que estaban deseando eliminar de su vista al malvado tirano.


Petrarca fue encarcelado por sus fechorías y todo el pueblo celebró muy contento el regreso de India.


India fue proclamada reina y heredera al trono. Formó una bonita familia junto con Abel. Juntos los dos volvieron a hacer de su pueblo uno de los más justos y equilibrados de todo el planeta, continuando la labor que Elisabeth y Bartolomé habían iniciado. El comienzo de un reinado matriarcal basado en la armonía, felicidad y dignidad de su poblado.


En la zona del castillo encantado comenzaron a aparecer unas hermosas flores silvestres y fue el lugar elegido por Abel para construir un nuevo palacio al que denominó Taj Mahal. Con él pretendía recordar  y conmemorar el amor tan profundo que sentía  por la Reina India que surgió  desde el primer momento en que la vio, incluso estado convertida en un hermoso Pavo Real.




Y colorin, colorado..este cuento se ha acabado.


Los wikicuentos multiculturales. Monica Zambrano

  

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